Salgo de lo ordinario para entrar a lo extraordinario, ahí donde tú creas mundos ficticios, artísticos, cosas que no existían antes y si ya existían las transformas. Ser disruptivo es la mejor vía para mantenerse en el tiempo frente a una actitud conservadora, salir de los protocolos y aristocracia del abogado común para entrar a tu mundo.
Entenderlo, apasionarme y explotar contigo todos los alcances de tu creación es mi compromiso para sacarlo al plano material, y claro, al comercial donde empiezas a generar dinero. |